La Mantis Religiosa

La mantis religiosa es considerado uno de los insectos más extraños del planeta. Algunas características de la vida y los hábitos de esta inusual criatura, en particular sus famosos hábitos de apareamiento, pueden sorprender a mucha gente.

Este insecto aparece a menudo en los mitos y leyendas antiguas de muchos países. Algunas naciones les han atribuido la capacidad de predecir la llegada de la primavera, mientras que en China las mantis han sido consideradas abanderadas de la avaricia y la obstinación.

Origen de la especie y descripción

Las mantis no son solo una especie, sino todo un suborden de insectos artrópodos con muchas especies, de las que hay hasta dos mil. Todos tienen los mismos hábitos y una estructura corporal similar, diferenciándose únicamente por el color, el tamaño y el hábitat.

Todas las mantis son insectos depredadores, absolutamente despiadados e increíblemente voraces, que se toman su tiempo para devorar a su presa, disfrutando de todo el proceso.

La mantis tiene su nombre académico desde el siglo XVIII. El famoso naturalista Carl Linnaeus dio a esta criatura el nombre de "Mantis religiosa" o "sacerdote religioso" debido a la inusual postura del insecto cuando está emboscado, que era similar a la de un hombre rezando.

En algunos países este extraño insecto tiene nombres menos eufónicos debido a sus espeluznantes hábitos, por ejemplo, en España la mantis es conocida como el caballo del diablo.

Aspecto y características

Prácticamente, todas las especies de mantis tienen un cuerpo alargado con una estructura especial. El cabezal triangular, de gran movilidad, es capaz de girar 360 grados.

Los ojos del insecto están situados en los bordes laterales de la cabeza, tienen una estructura compleja, y hay otros tres ojos ordinarios en la base de los bigotes. Las piezas bucales son de tipo roedor. Las antenas pueden ser filiformes o pectinadas, según la especie.

El pronoto rara vez se superpone a la cabeza del insecto, el abdomen en sí consta de diez segmentos. La última parte del abdomen termina en apéndices emparejados de múltiples segmentos, que son órganos del olfato.

Las extremidades delanteras están equipadas con fuertes espinas para ayudar a agarrar la presa. Casi todas las mantis tienen alas delanteras y traseras bien desarrolladas, lo que les permite volar. Las alas estrechas y densas del par delantero protegen el segundo par de alas. Las alas traseras son anchas y con muchas telarañas, plegadas en forma de abanico.

La coloración varía desde el marrón oscuro hasta el verde brillante o incluso el rosa-lila, con un patrón distintivo y manchas en las alas. Algunos insectos son muy grandes, llegando a los 14-16 cm de longitud, mientras que otros son muy pequeños, de hasta 1 cm.

Habitad de la mantis

El hábitat de las mantis es muy amplio, abarcando muchos países de Asia, el sur y el centro de Europa, África y Sudamérica. Existen numerosas poblaciones de mantis en España, Portugal, China, India, Grecia y Chipre.

Algunas especies viven en Bielorrusia, Tatarstán, Alemania, Azerbaiyán y Rusia. Estos insectos depredadores se han introducido en Australia y Norteamérica, donde también se reproducen con éxito.

¿De qué se alimenta la mantis?

Como depredador, la mantis religiosa solo se alimenta de comida viva y nunca recoge carroña. Estos insectos son muy voraces y necesitan cazar constantemente.

La dieta principal de los adultos se compone de:

Otros insectos como mosquitos, moscas, escarabajos y abejas, con presas que incluso superan el tamaño del depredador. Las especies más grandes pueden atacar a pequeños anfibios, aves y roedores.

Muy a menudo el alimento son los congéneres, incluida su propia descendencia. El canibalismo entre las mantis es habitual, y las peleas emocionantes entre las mantis son comunes.

Dato interesante

Las hembras más grandes y agresivas suelen comerse a sus parejas durante el apareamiento. Esto se debe a una escasez crítica de proteínas, necesarias para el desarrollo de las crías.

Normalmente, al principio del apareamiento, la hembra arranca la cabeza del macho a mordiscos y, una vez completado el proceso, se lo come por completo. Si la hembra no tiene hambre, su pareja consigue retirarse a tiempo.

Rasgos de carácter y estilo de vida

Las mantis son depredadores solitarios, que no abandonan su hábitat habitual o lo hacen en casos excepcionales: en busca de alimentos más ricos y escapando de adversarios más fuertes.

Si los machos pueden volar largas distancias en caso de necesidad, las hembras vuelan con bastante ventaja debido a su mayor tamaño. No se preocupan por sus crías, al contrario, pueden roerlas fácilmente. Después de poner los huevos, la hembra se olvida completamente de ellos, tomando a las crías solo como alimento.

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